Hace más de diez años tuve ocasión de escribir un artículo sobre la inteligencia distribuida en los sistemas de videovigilancia a raíz de la aparición de las primeras cámaras que incorporaban los primitivos algoritmos de análisis de video inteligente, la conclusión final era algo así como que la destreza de los fabricantes en depurar algoritmos cada vez más útiles y al tiempo livianos en uso de CPU, así como la fabricación de cámaras con procesadores más potentes manteniendo el coste en niveles aceptables podría llegar a hacer triunfar esa tecnología, en que se manda vídeo y metadatos a un servidor central para tener algo más que simplemente imágenes, sino cierta inteligencia asociada a las mismas.
Años más tarde los costes de fabricación de las cámaras inteligentes se ha situado a precio razonable pero la inteligencia dentro de la cámara solamente es posible en cámaras en red (IP) y no tanto en las nuevas cámaras analógicas de alta definición que han irrumpido con fuerza en el mercado en los últimos cuatro años. Así pues se han seguido usando equipos externos a la cámara y al propio videograbador, se trata de “appliances” de conocidos fabricantes que van más allá de la inteligencia básica de la cámara y que dotan al sistema del poder de cálculo necesario para realizar análisis más sofisticados y útiles sobretodo orientados a control perimetral. Ello obliga a mantener un equipo más, un sistema operativo más del que cuidar y un punto más de fallo en la cadena. Pero la calidad de los mismos y el elevado nivel de soporte que ofrecen los fabricantes, lo suele justificar.
Pero el avance de la tecnología es imparable y la carrera de los principales fabricantes asiáticos por el liderazgo en el mercado de la seguridad nos lleva a una nueva realidad, y es que los videograbadores de gama económica ya incorporan funciones inteligentes desde hace un tiempo, lo que permite al usuario disponer de video inteligente para control perimetral sin tener que pagar licencias de software ni mantener servidores dedicados y además a partir de imágenes captadas por económicas cámaras analógicas de alta definición (HDCVI).
Deep Learning
Dahua's new developments of XVR 8 Series, that is video recorders whose price is in the half than any video analytics appliance, which also Accept analog cameras of any standard and cameras in network, are endowed with a large calculation capacity. This them allows to record and at the same time accommodate Artificial Intelligence, beyond the primitive video analysis algorithms, up to the point of having sophisticated perimeter control functions and other facial recognition, which not only identify the individual but detect gender, approximate age, facial expression (happy, angry, worried, confused, calm, surprised, etc.), we also Classify the person in case he wears glasses, a beard and even a mask. You could alert us to the presence of someone with a mask or ski mask. And what's more or more important, this information stores and classifies it as metadata of the image itself for a Quick treatment and search for what we want to see. When we say Artificial Intelligence we mean a concept different from the algorithms of yesteryear, the current systems, based on Deep Learning, they "learn" from reality in a way continued and go beyond simple comparison with a base of data to identify an individual. They look for facial expressions that can denote mood or anomalous situations alerting to the operator You can alert us to the presence of a face not registered in the database, as illustrated in the photo, or the presence of “known” hooligans in a stadium.
Muy sensibles a las cuestiones derivadas de la nueva normativa de protección de datos el sistema es capaz de enmascarar las caras a la vista de cualquier operador así como posibles datos identificativos de las mismas, y dejarlas solo a la vista de operadores especialmente autorizados para ello.
La Inteligencia Artificial aplicada a los videograbadores ya es una realidad, no requiere del pago de licencias por cada canal de analítica y ya es una prestación estándar de estos videograbadores, no solamente en el ámbito de la seguridad sino también en el de lo que se ha venido en llamar Business Intelligence. Cómo se vaya a usar esta inteligencia dentro de los cauces legales y éticos ya es un asunto propio de otro debate pero desde el punto de vista estrictamente tecnológico está claro que estamos frente a una nueva pequeña revolución tecnológica en el mundo de la CCTV y que las empresas especializadas en videoanálisis deberán seguir haciendo eso, especializarse, y mucho, para sobrevivir.